¿Qué es la sumisión sexual?
La sumisión sexual se refiere a una dinámica o rol erótico en el que una persona se somete voluntariamente a la voluntad de otra. Puede expresarse de diferentes formas y variar en intensidad, desde juegos de rol ligeros hasta prácticas más intensas de BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo, Masoquismo) .
Reglas importantes en la sumisión sexual.
Aquí hay algunos puntos clave que debe comprender sobre la sumisión sexual:
- Consentimiento: La sumisión sexual se basa en el consentimiento mutuo. Esto significa que todas las partes involucradas están de acuerdo con la dinámica y actividades que se practican. El consentimiento puede retirarse en cualquier momento.
- Comunicación: La comunicación abierta es esencial para establecer límites, discutir deseos y garantizar que todas las partes se sientan seguras y respetadas.
- Roles: en una dinámica sumisa, suele haber una pareja dominante (o “dom”) y una pareja sumisa (o “sub”). Estos roles pueden ser constantes o intercambiables dependiendo de las preferencias de los participantes.
- Prácticas: La sumisión puede incluir una variedad de actividades, como bondage, disciplina, privación sensorial, bondage, etc. Las actividades exactas dependen de las preferencias y limitaciones de los participantes.
- Seguridad: La seguridad es primordial. Muchos practicantes de BDSM siguen el principio "SSC" (Safe, Safe, and Consensual) o "RACK" (Risk Aware Consensual Kink) para garantizar que las prácticas sean consensuales y se realicen de forma segura.
- Psicología: Para algunos, la sumisión es una liberación emocional o una forma de explorar aspectos de su personalidad en un ambiente controlado. Para otros, puede ser una expresión de su identidad o de sus deseos más profundos.
- Respeto y bienestar: aunque la dinámica puede implicar un juego de poder, el respeto mutuo es esencial. Después de una sesión, es habitual practicar el "aftercare", un momento de cuidado y tranquilidad para conseguir que todos los participantes se sientan bien y seguros.
La sumisión sexual es una elección y no una obligación.
Es importante señalar que la sumisión sexual, como todas las prácticas sexuales, es una cuestión de elección personal. Siempre que se practique de manera consensuada y respetuosa, puede ser una expresión sana y plena de la sexualidad.
Testimonios sobre sumisión sexual
Muchas personas disfrutan de relaciones de dominación y sumisión con preferencia por el segundo lugar. ¿Por qué es apasionante el papel del sumiso en el juego de pareja? Explicaciones y consejos sobre cómo empezar.
¿Por qué probar la sumisión sexual?
“Al obligarme a seguirlo, mi pareja me obliga a dejarlo ir”
“Solo cuando Erwan toma la iniciativa no pienso en nada. Me dejo hacerlo, le obedezco, mi cabeza se queda vacía”, confiesa Elodie, 30 años. Si el sexo nos ayuda a muchos a desconectar, todavía tenemos que abandonarnos por completo. La sumisión requiere no tomar iniciativa, es decir, no controlar nada más. La definición misma de dejar ir, que experimentamos tanto en la vida como en la cama, con mayor o menor éxito.
Una vez que ya no nos decidimos por la siguiente caricia y nos dejamos guiar sin pensar, acogemos el placer con mayor facilidad. Nuestro cerebro está desconectado, estamos atentos a cada palabra, a cada gesto, para que nuestras sensaciones estén más intactas y, por tanto, más placenteras, como lo demuestra Marjorie, 26 años: “Si mi pareja me toca el pene poniéndome la mano en la boca y al tirarme del pelo obtengo tres veces más placer. Me gusta la limitación, me siento una cosita frágil y vulnerable. Al obligarme a seguirla, mi pareja me obliga a dejarla ir. No puedo aferrarme a nada. Esta posición de inferioridad me excita porque todas las sensaciones se multiplican por diez”.
La sumisión sexual también es una excelente manera de probar Dirty Talk .
Lo desconocido, el placer de la sumisión
"No saber si me va a tocar los pechos o el trasero es tremendamente bueno"
Al actuar como sumisos, dejamos que el otro guíe el barco de nuestro placer. ¿Cómo podemos predecir si nos rozará o nos morderá? ¿Besarnos o darnos la vuelta? Las sorpresas se suceden y más si te vendas los ojos. “Me gustan las relaciones de dominación y sumisión con los ojos vendados”, afirma Simon, de 32 años. No sé qué esperar. Mi novia decide y cada iniciativa de su parte es una sorpresa, lo que me da más placer. ¡Me enfrento a lo desconocido y me está volviendo loca! ".
Un sentimiento que comparte Marjorie. Porque si el placer surge del dejarse llevar y de la pérdida de control, también se encuentra en la imposibilidad de anticiparse. “Mi compañero juega frío y calor, él marca el tono del reportaje. No saber si me va a tocar los senos o las nalgas, me tenderá el pene o me obligará a masturbarme es tremendamente bueno. Como si ser una actriz así me quitara parte de la emoción porque la relación se vuelve predecible. Cuando no estamos jugando me gusta saber cómo lo voy a tocar o susurrarle lo que me gusta, pero de la sorpresa mi cuerpo salta, cada gesto es más loco.
Sumisión sexual pero también dominación.
“Al someterlo lo domino”
La relación de dominación y sumisión toma la forma de un juego: la pareja elige juntos el papel de cada uno. El entorno es íntimo, definido y respetuoso. Y contrariamente a las apariencias, ¡el sumiso también tiene el poder! Físicamente se podría pensar que es inferior, pero en realidad la proporción está equilibrada. Es decidiendo ser sumiso y jugar más o menos el juego como se orienta el dominante. “Es suficiente que ya no tome ninguna iniciativa y me encerré en mí mismo como alguien que tiene el control para que Florian entienda de dónde vengo. Y cuanto más juego “débil”, más él juega fuerte. Al contrario, si quiero estar un poco más presente, soy más activa y él domina menos”, nos dice Hélène, 31 años.
Básicamente, la pareja olvida rápidamente quién es el dominante, quién el dominado, y uno necesita del otro para desempeñar su papel . Si el dominado espera que el dominante lo guíe, el dominante puede soltarse si el dominado se lo permite y fijará sus límites si el dominante va demasiado lejos. Un juego equilibrado, para el máximo placer. Siempre que todos estén de acuerdo.
Si el tema te interesa, descubre también el testimonio de Alicia, sobre la dominación sexual .