El término "kink" se refiere a prácticas sexuales que van más allá de las normas tradicionales, a menudo asociadas con el BDSM, la dominación, la sumisión o los fetiches.
En nuestra intimidad se esconden a veces deseos y curiosidades que no siempre nos atrevemos a explorar. Las “perversiones”, estas prácticas sexuales que parecen fuera de lo común, a menudo están envueltas en misterio y malentendidos. Sin embargo**, representan una faceta fascinante y auténtica de nuestra sexualidad.**
En este artículo, levantaremos suavemente el velo sobre este mundo poco conocido, abordando con delicadeza y precisión lo que realmente significa tener morbo. Lejos de clichés y juicios, exploraremos juntos la riqueza y diversidad de estas prácticas, destacando su lugar en la sexualidad plena y consentida.
¿Qué es una torcedura?
Una perversión, en esencia, es una inclinación o interés en la actividad sexual que está fuera de lo común. Este “fuera de lo común” es subjetivo y varía mucho de una persona a otra.
Para algunos, el vicio puede ser tan simple como explorar el sexo oral o anal , mientras que para otros pueden ser prácticas más elaboradas como el bondage, el shibari (el arte japonés del bondage con cuerdas) o los juegos de roles eróticos.
La traducción literal de Kinky al francés es simplemente “Coquin.e”.
Prejuicios sobre Kinky's
Las perversiones a menudo se han visto como tabú o marginales. Sin embargo, en una sociedad que avanza hacia una mayor apertura y comprensión de la diversidad sexual, estas prácticas están empezando a verse bajo una nueva luz. Es fundamental reconocer que las perversiones, cuando se practican de forma consensuada y segura, son una parte integral de la sexualidad humana y pueden enriquecer la experiencia erótica.
Prácticas sexuales pervertidas comunes
Entre las perversiones más comunes encontramos prácticas como el BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación , Sumisión , Sadismo y Masoquismo), los juegos de rol, el fetichismo (como el fetichismo de pies) y muchas otras. También puede ser, por ejemplo, explorar los placeres de la próstata .
Cada uno de estos problemas ofrece una ventana a los deseos y fantasías más profundos del individuo, lo que permite la exploración personal y compartida de la sexualidad.
Si soy Kink, ¿soy también fetichista?
Para desmitificar el mundo del Kink Sex, es fundamental distinguir este concepto del fetichismo, dos términos a menudo confundidos pero que, en realidad, son completamente diferentes. Esta distinción, abordada con espíritu abierto y educativo, nos ayuda a comprender mejor la riqueza de la sexualidad humana.
¿Qué es exactamente el fetichismo?
A diferencia del Kinky, el fetichismo se centra específicamente en un objeto o parte del cuerpo que se convierte en fuente de excitación sexual. A diferencia del fetichismo, que puede abarcar una variedad de prácticas, el fetichismo generalmente está más enfocado. Por ejemplo, la fascinación por los pies, conocida como fetiche de pies, es un tipo de fetiche.
¡El consentimiento es clave en Kink Sex!
La base de toda práctica Kink
El consentimiento es la base sobre la que se basa cualquier práctica perversa. Se trata de un acuerdo claro y entusiasta entre adultos que dan su consentimiento, esencial para garantizar una experiencia segura y agradable para todos los participantes. En el campo de los vicios, donde las prácticas pueden ser intensas y muy personales, el consentimiento adquiere una dimensión aún más significativa.
El consentimiento debe ser claro y obvio.
El consentimiento no es sólo un simple “sí” o “no”. Implica comprender y respetar los límites y deseos de cada persona. También significa estar atento a las reacciones de tu pareja y estar preparado para ajustar o detener la actividad si es necesario.
Comunícate sobre tus deseos y límites.
La comunicación es clave para la exploración exitosa de problemas. Le permite compartir sus deseos, sus límites y sus expectativas con su(s) pareja(s). La comunicación eficaz y afectuosa ayuda a crear un clima de confianza y apertura, esencial para explorar los problemas de una manera satisfactoria.
Utilice técnicas conocidas para establecer sus límites
Es importante desarrollar técnicas de comunicación adaptadas a este contexto. Esto puede incluir discusiones previas detalladas, el uso de palabras seguras y sesiones informativas posteriores a la sesión para compartir sentimientos y experiencias.
Tengo prácticas Kink: ¿es esto un problema?
Antes de que puedas experimentar y compartir plenamente tus problemas, es esencial reconocerlos y aceptarlos dentro de ti. Este proceso de autoaceptación es a menudo un viaje interior profundo, en el que confrontamos nuestros propios deseos, a veces en desacuerdo con las normas sociales. Es un proceso de exploración personal, donde aprendes a escucharte a ti mismo y respetar tus propias inclinaciones sexuales.
Ir más allá de la mirada de los demás
Las perversiones a veces pueden considerarse tabú o fuera de la norma. Por tanto, es importante trabajar en uno mismo para superar estas barreras sociales y liberarse de los prejuicios. Esto a menudo implica dejar de lado la culpa o la vergüenza que pueden estar asociadas con estas prácticas.
Comparte tus Kinks con alguien
Una vez que uno ha aceptado sus propios problemas, el siguiente paso es compartirlos con su(s) pareja(s). Este proceso requiere una comunicación abierta y honesta , así como una cuidadosa atención al consentimiento mutuo. Es importante crear un espacio de diálogo donde todos se sientan seguros para expresar sus deseos y límites.
Compartir problemas puede enriquecer enormemente la relación y la intimidad con tu pareja. Esto nos permite descubrir juntos nuevas facetas de la sexualidad, en un marco de respeto y confianza . Es fundamental conseguir siempre que las prácticas sean agradables y aceptadas por todos los participantes.
Nuestros consejos para desarrollar tu práctica del Kink Sex
Curiosidad por más placer.
Experimentar con perversiones es una invitación a descubrirse a uno mismo y a los demás. Es un viaje donde la curiosidad y la apertura de mente son tus mejores aliados. Ya sea explorando nuevas sensaciones, juegos de roles o escenarios BDSM, cada experiencia es una oportunidad para enriquecer tu vida sexual y fortalecer tu conexión con tu pareja.
Una experiencia diferente para todos
Cada persona es única, al igual que cada exploración de problemas. Es importante personalizar tu experiencia según tus deseos, tus límites y los de tu pareja.
La experimentación siempre debe adaptarse a su nivel de comodidad e interés. Por ejemplo, es posible que desees probar un juguete sexual como nuestro juguete sexual especial para el punto G cuando tu pareja no lo quiera. Está 100% bien.
Evite los juicios tanto como sea posible.
En las prácticas Kink debemos aceptar nuestra visión de nosotros mismos, pero también y sobre todo tomar al otro tal como es. Está bien si una práctica no nos conviene y no queremos ir más lejos, pero al otro le puede gustar lo que le gusta, es su elección.
Así que te gusta ?
Al abordar los problemas con apertura y curiosidad, nos damos la oportunidad de comprender mejor no sólo nuestros propios deseos, sino también los de nuestra pareja.
Es en esta comprensión y aceptación donde reside la clave para una sexualidad plena y enriquecedora. Recuerda que cada viaje es único y lo más importante es ser fiel a ti mismo, escuchando y respetando tus propios límites y los de los demás. Los problemas, cuando se exploran dentro de un marco de consentimiento y respeto mutuo, pueden abrir puertas a una nueva y estimulante dimensión de intimidad.
¡Lo principal es divertirse y disfrutar con amabilidad!